viernes, 29 de mayo de 2009

Me tocó publicarlo por acá porque no me funcionó de la otra manera!!!

Antes de comenzar concretamente mi aporte a esta discusión quisiera señalar dos cosas: la primera de ellas es que me desanima que sólo haya comentarios basados en la lectura de Taussig (aunque de textos diferentes) porque yo leí muy bien a Gutierrez, y la segunda es que considero que la primera consigna del ejercicio no es del todo clara. Da la impresión que se le pide a los foristas traer a sus textos todas las discusiones que abordamos a lo largo del curso para ponerlos en diálogo con las propuestas (metodológicas y epistemológicas) de Taussig, tarea que considero complicada si se tiene en cuenta el espacio para realizar el comentario no es muy grande. De esta forma, si se realizara al pie de la letra lo encargado, no habría mucho espacio para el análisis. Del aporte de Patricia quisiera decir que considero que hace un análisis detallado del texto que utiliza y muestra con claridad cómo Benjamin influye la propuesta de Taussig en cuanto a la manera de involucrar el componente histórico en su análisis del terror en contextos concretos. Sin embargo, quedo un poco confundida porque no entiendo por qué se remite a ese texto cuando la consigna era utilizar otro diferente. Del aporte de Nicolás, quién es el que intenta con mayor claridad seguir la consigna del foro, considero que menciona una característica muy importante del trabajo de Taussig, y es su manera propia de hacer etnografía, esa que genera tanta confusión en el lector al no ser evidentes sus objetivos ni sus intensiones, al no ser una manera lógica de escribir un texto 'científico', que pareciera querer lograr retratar la sensación que el mismo autor experimenta en campo. Esta postura que Patricia señala como 'posmoderna' considero que también debe abordarse con mucho cuidado, en la medida que es un ejercicio de escritura consciente,y que de todas formas está imponiendo una pauta interpretativa personal al análisis de unos hechos determinados. Siguiendo esta premisa, no estoy del todo de acuerdo con Nicolás cuando sugiere que "la antropología nos hace comprender estos hechos de manera lógica y ordenada, pero los hechos que estamos observando no son ordenados ni lógicos" en la medida que parece estar sugiriendo que sólo la antropología nos da 'las' pautas lógicas para acercarnos a la realidad, que de otra forma la podríamos experimentar en su 'naturaleza al parecer ilógica y desordenada. Creo que -incluso antes de estudiar antropología- aplicamos formas particulares de interpretar y darle sentidos determinados a los hechos que nos suceden, lo que no significa que la realidad por sí misma sea de naturaleza ilógica y desordenada, ni autónoma a nosotros mismos. De ahí que considero que pensar desde el desorden implica hacer parte del desorden, lo que no necesariamente significa el sin-sentido. Por otro lado, me preguntó por qué al comienzo de su texto, cuando evoca la relación entre la teoría y la realidad colombiana vista desde el curso de AJP, sugiere que es una relación siempre mediada por una narración neutral. Por el contrario, siento que todos los textos que leímos tienen una marcada posición política vinculada a contextos de producción académica reales, lo que implica que no sólo sea un autor dando cuenta de su estilo y su perspectiva personal, sino de tendencias masivas de movilización de discursos sociales. Incluso me atrevo a decir que todos los análisis que hicimos de la relación entre la teoría y la realidad colombiana estuvieron impulsados por una clara postura política y se concretaron en discusiones nada neutrales. De hecho, este espacio que nos abren en el blog, es precisamente un ejemplo claro en el que se nos pide que apliquemos la teoría de manera crítica al análisis de casos concretos y reales. Al construir y aplicar nuestro propio discurso a estos casos estamos siendo políticos, no neutrales. De la relación que hace de la propuesta de Taussig con las dos corrientes que menciona en su propuesta creo que identifica de manera correcta los problemas que estas corrientes aportan al estudio crítico de lo que se entiende por derecho en lo social, como la necesidad de pensar el derecho como algo dinámico (no como el discurso que por naturaleza es justo), en permanente relación (es decir transformación, construcción, diálogo, cambio) con las diferentes formas de apropiación de lo normativo por las sociedades, que puede legitimar las acciones de quienes tienen el poder y conocen la "técnica jurídica" (Gutiérrez) y someter, excluir y condenar a quienes desconocen los privilegios del lenguaje jurídico. Sin embargo me gustaría que aclarara cómo es que el derecho queda "despojado de su contenido y convertido sólo en forma". Finalmente, me parece interesante la interpretación que le da a la intensión que traduce Taussig en el título de su texto, en la medida que evoca dos problemas centrales que discute Taussig: el de la ley por fuera de las instituciones oficiales y el de una tierra que no es dueña de sus leyes, que hubiera podido desarrollar más. Catalina García.

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